Pensar que estamos bien es un mecanismo natural de defensa. Así como cuando sudamos frio o cuando sentimos un repentino golpe de fuerza cuando vemos a un asaltante acercarse a uno camino, que debo decirles, es adrenalina pura y destilada, ante situaciones de dolor y sufrimiento tomamos mecanismos para defendernos. Algunos lo toman deportivamente y siguen con su vida, alegres y juergueros por fuera y tambien por dentro. Odio a ese tipo de personas... quisiera que me enseñaran como mierda lo hacen.

Otros se dedican a vivir como Olga, la hermana de helga, cuando recibió su calificación baja: sufrir como desconsolados y encerrarse a llorar como mierda. Bueno, yo ya lo hice, y debo admitir que se siente algo bien. Pero no es la unica opción.

Tambien está esta tercera opción. Simplemente todo te llega. Y no es que te resbale, sino que todo te parece odioso, todo te parece despreciable porque el dolor que sientes es tan grande que no sabes como es posible que el resto del universo pueda seguir existiendo y tu quieras, literal y metaforicamente, que se acabe todo para detener la frustración.

Wow, creo que me adelanté mucho... bueno, recapitulemos. Luego que terminó la relación, Javier quería que fueramos amigos. Amigos las pelotas, nunca me interesó ser su amigo. Seamos honestos, cuando uno manya a un chico por chat o por discoteca, lo último que quiere es ser su amigo. Todos quieren sexo. Y no es nada malo, y mucho menos algo enfermo. Los heterosexuales, tanto hombres como mujeres, tambien quieren lo mismo, ya que el impulso sexual siempre está presente, solo que como los homosexuales estamos más... socialmente reprimidos, explotamos en pasion e interés, que posteriormente, al vernos enamorados no sabemos como reaccionar y tendemos a tres terribles errores:

Miedo: Ignoramos lo que sentimos porque pensamos que es algo malo, algo sin futuro, algo que no puede construirse de la nada. Y sobre todo, algo que nunca será aceptado por el mundo, porque siempre seriamos comparados con personajes públicos gay o travesties.

Rechazo: Previo miedo, aunque no necesariamente, pasamos al rechazo. Tratamos de eludir lo que sentimos por alguien y nos mostramos ariscos, buscamos peleas de la nada y asumimos que así mantendremos la masculinidad. El fin ultimo es no ser gay.

Pena: La culpabilidad que nos arrastra es letal. Sabemos que nos comportamos mal pero gracias a nuestro rol de hombres (naturalmente creado y adaptado para no ser comunicativo) no sabemos como afrontar problemas de pareja, y menos con otro que no habla lo que siente.

Sí, somos un bagaje de sentimientos mal.

Todo esto me vino a la cabeza mientras lateaba por canevaro y pensaba en que postear, para que mis monstruos no piensen que los he abandonado. Antes de esto, no piensen por un segundo que me gusta latear por esa zona, que personalmente encuentro fea. Sorry si ofendo sensibilidades. Lo que pasa es que mi chamba me permite tomar el metropolitano desde san isidiro, y para no usar javier prado a la hora de salida, uso ese bus que me deja muuuy cerca a mi casa si lateo hasta el final de canevaro.

Aparte me gusta caminar mucho. En que estaba? Cierto, que hacia por ahi, lateando a mi casa ps. Lo importante no es que hacía por ahí o que crímen contra la propiedad pública evité, sino a quien vi esperando su micro por ahí.

Antes de Javier, estuve hablando por un tiempazo con un chico a quien por seguridad llamaré Miguel. Es de la puta madre, salvo un par de cosas: vive en extremo lejos de mi jato, y la verdad que no tiene futuro. Un poco de aproach para quien ppuede pensar: "Pero huevón, javier vivía en la molina no?" Ok, si era lejos de mi jato, pero Migue vivía muuucho mas lejos, y en una zona menos que segura. Háganse la idea. En fin, luego de meses de gileo monse, Miguel y yo nos manyamos, luego que lo plantara alguna vez, pero no le gusté en persona porque según él era el "nice guy". Luego de eso, y con un claro dolor en el orgullo, lo borré de todos lados, menos de facebook. Es que mi negocio tiene que tener gente que siga je. Bueno, luego de casi 6 meses sin hablar me encontré de nuevo con él, lateando por Canevaro, y es que seré honesto, Miguel es bien simpatico y gente, no soy nada bagrero. Uno no pensaría que alguien como él tiene atributos menos atractivos como falta de futuro, chamba o perspectivas de vida, pero se siente atraido instantanemanete por su estatura, apariencia y ... ya carajo, mucha mariconada.

Cuando lo vi al principio no lo reconocí, pero si ven a una persona simpática por canevaro sabrán que es él. Al menos eso pensé instantáneamente cuando lo reconocí, y como estoy totalmente cambiado a cuando nos manyamos (uso mejor ropa, me corte el pelo, tengo barba) creo que también se quedó medio huevón cuando nos vimos de vuelta.

Lamentablemente, no nos hablamos. Tenía algo de prisa por llegar a mi casa y comer.