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Vamos a un bar de cabros (II)

Publicado: 2010-06-20

Los que me conocen saben que no tengo un particular interés por escribir de maneras poéticas e inentendibles. En realidad, escribir de esa forma hace la redacción un poco pretenciosa, y aunque siempre hay autores que dicen que algunas obras están hechas para ellos y no para el público... no me jodan, a veces es verdaderamente horrible leer cosas escritas de manera impersonal y egoísta que eventualmente dejan al lector con una gran interrogante en la cabeza: "¿que chucha quizo decir este huevon?".

Por eso no me voy a las ramas, y le dije a Lorenzo que iremos a un bar de cabros para que pueda ver como es. Claro, abusando de la "tarjeta de pata" que tenemos desde hace años y de nuestra increíble amistad, lo se, pero Lorenzo es el tipo de persona que no busca más que pasar un buen rato con una flaca, a lo cual muchas veces me dejaba sentado chupando barena en una barra mientras él hacía trucos de Pick Up con alguna furcia de turno.

Si recuerdan lo sucedido la última vez, genial, porque no pienso ni enlazarlo o menos repetirlo. Alguna vez repeti cosas que eran socialmente rechazadas pero comentadas en las sombras sobre una chica y su nuevo enamorado tras terminar con el anterior en solo una semana, que me trajo demasiados problemas. Lorenzo, luego de empujarse una bembos descortesmente pagada por su servidor, atracó ir, quedarnos cosa de 20-30 minutos,comprar una chela y de ahi zafar a otro lado.

- Pero si te pones a agarrar con un huevón o si alguien, quien sea, me habla, te mando a la mierda maricón.

- Gracias broder, te pasaste. Por eso eres buen pata. Ahh si, míralo de esta manera, te estás entrenando para cuando tu hijo te diga que es maricón. Así sabrás a donde va.

Llegamos a ese bar Lola en unos 10 minutos, frotandome el brazo porque aún me duele el golpe del arequipeño, y la entrada se ve menos grotesca que aquel otro lado que apesta desde la misma entrada. En realidad no pasa nada, es muy normal todo, excepto la cara de mi pata que tiene tatuado en todo el rostro un "que mierda hago aquí". Se te pasará.

El local estaba lleno, y para que, se ve bastante regular y hasta como un bar común y corriente, salvo por el hecho que no hay una sola flaca a la vista y que la pista de baile tiene a patas bailando como las huevas. Lorenzo ahora ya no tiene cara de mierda, tiene las cejas levantadas, los hombros hacia arriba y parace que aguantara la respiración... si no estuviera tan triste me estaría cagaaaando de risa de él. Pero no es el momento. Pagamos la entrada y como el lugar está lleno, nos quedamos hablando sobre la vida pegados a una pared. A nuestro costado dos parejas de chicos hablando, y de un momento a otro se ponen a agarrar.

No me paso la lengua por la boca, ni me froto las manos compulsivamente, solo me quedo pensando de cierta manera... que envidia.

- Puta maaaaadre. ¿Carajo, ya nos podemos ir?

- Un toque más broder, vamos arriba a ver que hay.

Ahora, el segundo piso tiene una escalera con espejos a los costados, lo que le da una imagen parecida a un telo. Quizás por eso se estresó tanto... je, ahora que escribo esto recién me doy cuenta... bueno, que mal por él, porque de todas maneras subo solo, y como Lorenzo ni cagando se quedaría solo, me acompaña. La manipulación en su mejor expresión.

Arriba solo hay una pista de baile, con flacas, pero flacas feas según él (y para que, son feas), lo que significa que cumplimos con la cuota. De verdad yo no quiero quedarme más tiempo. Ni siquiera se que fui a hacer ahí, pero logicamente no se lo comento a él. Tiene cara de estreñido mal, así que asumo que la tortura ha cesado. Es hora de fugar a otro lado.

Por suerte para ambos, nos llega una alerta de Edgar, quien dice ya llegó a Rustica de la costa verde y que caigamos para tonear con sus patas.

Si, no vamos a comparar rustica con Lola... quitándole lo de bar de gays, es ciertamente más parado que Rústica, pero no teníamos ni plata ni donde caer, que chucha... total, es gratis.

Los amigos de edgar no son lo maximo, tampoco son recordables... en ese tono estaba tan triste y solo que baile con una gordita medio federica, pero que para efectos cumplió el rol de agarre. Ahora, en palabras de Lorenzo, ella era un -2 por lo que no cuenta. Yo le digo que su unico logro esa noche fue decirle a una puta que era fea.

Nunca me ha gustado contar cosas poéticas... creo que son una pérdida de tiempo cuando bien puedes decir directamente te extraño javier, por favor vuelve conmigo. O tampoco le doy vueltas cuando le digo a Lorenzo que extraño mal a ese huevas. Por eso, luego del regreso a las 4 am masomenos, y le pedí a mi broder quedarme a jatear. Sin que se de cuenta, y luego que se quede jato, me pongo a llorar de nuevo.


Escrito por

Un blog gay

Me llaman Gonzalo Carrillo, aunque me gusta más mi segundo nombre. Tengo 23 años y una extraña afición por los animes de cualquier género. Detesto a la gente que habla sin parar, aunque subconcientemente quisiera tener ese talento. Todavía no acabo la univers


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