La depresión luego de una ruptura tiene mecanismos muy diferentes de actuar de persona en persona. Unos por ejemplo, saltan en una pata cuando se libraron de la imbecil que no dejaba de joder. Otros, en cambio, se entristecen mal y no se bañan, al punto de preocupar a familiares y amigos. Un tercer grupo hace locuras, como ir a buscar gays en un chat que pronto dejara de existir porque consume ancho de banda, con el simple pretexto/excusa de querer sexo para olvidarse de lo que perdieron.

Un cuarto grupo, en cambio camina sosamente por calles de pueblo libre sin muchas ganas de ir a ningun lado, o de hacer nada, escuchando constantemente canciones depresivas que tengo en el ipod, que por cuestiones del destino son salsa sensual que odio principalmente porque son tristes, pero que chucha; y pensando y repensando el momento cuando lo perdieron todo.

Ahi ando yo, Gonzalo, mientras cruzo Sucre para ir a la caza/casa de Lorenzo, ya que ha sido el unico a quien le he podido contar mi tragedia romantica, claro con el tradicional "gonzalo carajoooooo" producto de su aun no superada homofobia.

Al llegar a su casa veo que anda con su grupo de Administracion Estratégica, chupando en lugar de hacer el trabajo para dos días. Como ando con el corazón roto no pierdo tiempo en vomitar toda mi pena emocional con todos los presentes, incluido un amigo común, Gustavo (no Guss), pero teniendo cuidado de cambiar pronombres. Triste estoy, pero no soy huevón.

De repente dicen para ir a chupar a Miraflores, a lo que yo, animoso digo que sí. Ya saben, es verdad eso que el corazon destrozado se puede curar con alcohol. Por eso, de cierta manera, me siento mal al ver que terminamos en una jato chupando chela barata (aka barena) y escuchamos musica vieja ( hombre g, heroes del sielcnio y esa mierda progre de los90). Cuando nos vamos de esa jato, Lorenzo lleva asu amigo gringo a que se cambie para que entre a Aura, pero siendo las 12 30, por mas gringo que sea dudo que lo dejen entrar y menos si trata de ir en chanclas. Aqui es donde la historia se pone graciosona. Yo, medio zampadito por tanta chela, termio contandole al gringo y al taxista que Javier terminó conmigo y que le hice promtere a Hendry que iriamos a un bar de gays.

El gringo Karl se mata de risa y dice que respeta mi decisión... fácil pensaba que quería con él, y el maestro taxista deostróser bastante open mind al no emitir opinion alguna. Lorenzo, en cambio, dijo tantas veces su acotumbrada frase que ya pierde chiste siquiera repetirla.

Dejamos al gringo y fuimos a Bembos a bajar la chela que tenia a Lorenzo más alegre que de costubmre,y a mi igual de triste. La aventura de esta noche, será que vayamos a Lola. Lorenzo arquea una ceja y luego me mira fiajmente. Yo lo miró idrectamente a los ojos y luego agacha la cabeza y dice que no, ni hablar men, siquiera si hubiera flacas buenas ahi, pero solo hay hombre no? Claro que no marica, seguro hay flcas, no ves que a ellas les encanta exhibir a sus amigos gay, que stán de moda?

Lorenzo es un hueso duro deroer, pero al final lo convenzo con aquello que no puede negar: la tarjeta de hermandad. Eso, y que no tiene plata para ir a un tono en Rustica (si, comparado rustica con Lola, la diferencia opr mas gay que sea es clara) y que le invite una bembos, así que accede, con asco en la cara, pero esperando que al menos de ir a ese lugar, pueda sentirme mejor y recordar que la vida sigue, que las relaciones acaban odos los días, que las penas se pueden olvidar.

Espero.

After Office

La imagen es cortesía de One Piece, un pobre cocinero escapando de travesties, que si se quedan con el relato un toke más, sabrán en que acaba. Esto solo va en dos partes.

Ahh si, y no olviden que tengo mi formspring. Para que me insulten y averiguen más de mi.