Hoy dia cumplo dos meses con Javier. Y estoy acá, tipeando sobre eso. Es un poco patetico, por no decir extraño. La reacción logica, estimado, es que estamos peleados. Nos hemos peleado porque en términos de él no le presto atención y actúo como si no quisiera verlo. Que todo lo que le digo (que lo amo, que lo quiero, que estoy feliz de estar a su lado) son solo palabras vacías y que no puede ver ese supuesto amor.

Como no puedo comentarle estas cosas a mi familia por algunas crisis que ya explicaré más adelante, y mi familia urbana está de momento indispuesta, solo queda sumergirme en un mar de decepción y esperar que el internet me traiga uno que otro consejo para reparar el daño (que no creo haber hecho). Bastante más patético. De hecho, no hagas caso de esta última línea, pero sigue leyendo por favor.

El principal problema cuando uno pelea y se queda redactando en el blog que dejó de lado hace meses es cuando uno miente. No es que haya engañado a Javier per sé, sino que estiré un poco más la realidad de las cosas. En principio no soy tan interesante como puedo parecer, de hecho, me considero una persona bastante apática, aburrida, que prefiere mil veces quedarse en su jato a ver televisión que salir, que va a la playa luego de mucho insistir y que detesta su pelo. Por lo tanto, estiro un poco la realidad sobre mi y sobre lo que hago.

¿No entendiste? Me paso a explicar:

El domingo de la ultima semana hablé con él. Había salido a tonear como todos los fines con sus patas y entre tragos, chupetas, y chongos salió del closet frente a sus patas con completo conocimiento de causa. La historia de como, cuando y donde no es materia de interés; pero lo que ocurrio posteriormente sí. Llegó a las 8 am a su casa, con lo cual su mama, con justa razón, lo puteó y castigó por no avisar. El castigo duraba una semana, y esta era la ultima semana en mi chamba.

Como no saldríamos esa semana, el lunes, como nunca, fui capaz de hacer planes con mis patas. No patas patas, más bien patas de la chamba. Como era la última semana me programaron una serie de despedidas que fueron recontra pajas. Una noche de miercoles, cuando hablábamos, me comentó que su mamá le levantó el castigo y que podría salir el viernes. Totalmente apenado le dije que ya tenía planes y que no podríamos salir.

El viernes salí solo un momento. Aparte que era una despedida en la chamba en Barranco, tenía que salir de mi casa por una serie de eventos desafortunados. Sin embargo, al encontrarme en un ambiente que no es mío con gente que no son mis patas, me regresé, picado, 3 horas después de salir. Al regresar entro a hablar con Javier, quien me cuenta que el sábado quiere salir conmigo, a l oque le digo que ajà aja. salgamos, te la debo, es más, vamos a Picas, que es de la pm.

No conté conque no me pagarían hasta el 31...

Bueno, el sábado llegó y a las 7 pm hablamos por messenger a ver a donde ibamos y que haríamos. Quedamos en un punto centrico de miraflores (distrito marica) para ir a Lola (bar marica). La idea no me emociona, ya que no me gustan las discotecas y bares gay, no porque estén mal, solo que no me agradan. Le digo que normal, pero que no tengo fichas.

Y empezó el roche.

Ahora no entiendo todo el chongo de que los gays tenemos dinero. No es cierto (del todo). Si bien se dice que pertenecemos al mercado DINK (double income-no kids) la segmentación es bieeen tela. Algunos simplemente no tenemos plata y vivimos de nuestras chambas. Sin embargo, Javier no lo entendió tan bien, ya que no se explicaba como era que yo había ido a jugar bolos el jueves y a picas el viernes.

Yo no tengo paciencia para que me empiecen a buscar chongo. Le di mi explicación y él dale que no entiende. Sintió que no demostraba que lo quiero, que se lo hice de nuevo cerca de nuestro mesario, que siempre piensa en mi antes que en él, y que no quiere tener un enamorado con el que se pelea cada semana y encima no ve nunca. Me dijo que le demostrara que lo quería y que fuera a verlo hoy en la UPC. Era algo así como un ultimátum: o vienes y me das el encuentro, o olvídate de que estamos.

Hoy revisé mi cuenta del banco y no tenía un sol. Me siguen pagando hasta el miércoles y no tengo ni para moverme en bus. La historia termina (al menos hasta ahora en la noche) de esta manera: llamé a Javier y le dije que no podía verlo porque no tenía como. Me dijo que no importaba, iría a comprar su boleto de Placebo y de ahí a comprar otras cosas. Y colgó.

AFTER PARTY

Luego de leído esto, paso a dejarles unos mensajes especiales. Primero. La imagen es de el episodio 20 de la cuarta temporada de Buffy la Cazavampiros. Buffy totalmente desconcertada por no saber que hacer. Mejor imagen no he podido encontrar.

A todos mis fans que se que han leido y comentado cosas (algunas que no he podido publicar), gracias por seguirme. Supongo que deje de lado esto por el verano, pero prometo ahora si postear aunque sea dos veces por semana. Ahora sí.