Un año nuevo, hombre nuevo
No tenia muchas ganas de ir, pero al final me animé. Gordo como estaba tras las opíparas cenas pre y post navideñas en mi casa, me puse un polo blanco, un chaleco que (a mi parecer) me quedaba tan bien como el lapiz labial de Susy Diaz, un jean común y silvestre ; y me dispuse a salir a bailar en un tono de estos que pasaron en Asia.
Casi todos los años he pasado el año nuevo fuera de mi casa por distintos motivos: porque mis patas armaron algo en una jato, porque no me quería quedar despierto por los fuegos artificiales, porque ibamos a un tono o porque no quería ser la pareja de mi abuela a las 12. Ahora que lo pienso bien, ese año que fui la pareja de mi abuela (2008) me fue hasta el pincho... quizás sea cierto eso de "como lo pasas a las 12, es como lo pasas todo el año".
Pero ese es otro cuento, volvamos al que nos debemos centrar. Ni bien salgo de mi jato y tomo un taxi a la terminal de buses me doy cuenta que esta noche será para plasmarla en el bló. ¿Porque? Me voy en soyuz al sur. ¿Eso es genial para iniciar una historia, o no? Pues no tengo que contarles que en la hora que demoró el embarque de pasajeros ( el pasaje era 8 y salimos a las 9) y en medio de la carretera, me di cuenta que nuestros tickets eran de solo ida.
Mientras me cago de risa por ver como la chica que compro nuestros boletos de bus nos dice que la misión es conseguir gil y, en mi caso, gila que nos traiga de vuelta a Lima, el bus empieza a moverse, y el cobrador nos lanza un pasajes pasajes con sencillo. A mi lado se sienta un hombrecillo que come un pan con chicharron creo... el olor de la cebolla lo delata por completo. Además parece que hubiera estado chupando, así que para evitarme riesgos de conversaciones indeseadas con perfectos desconocidos, saco los poderosos audifonos del Ipod para poder aislarme un segundo tanto de mi inesperado e indeseado compañero de vuelo, y de los repetidos pensamientos que cruzan mi mente: " que este bus de mierda no se caiga por favor".
La llegada a Asia fue, luego de la lluvia que hizo mover el carro y que soltara una automática plegaria a Dios, rápida y sin mayores contratiempos. La verdad que era mi primera vez. Nunca habia ido al paraíso en medio del desierto (o del distrito miserable) que es Asia. Es un oasis de banalidad y desinterés donde el dinero, las chicas regias, los chicos bronceados, la droga y la juerga se respiran en el aire de una manera casi intoxicante.
Lo mejor (??) es que me gustaba este lugar.
Hay que admitirlo, cuando vas a este tipo de lugares, con aquellos amigos con plata que todos tenemos, nos impregnamos inconscientemente de su vida y nos gusta. Puede parecernos banal, frívolo, pero que chucha, uno tambien quiere ir a un lugar ficho de cuando en cuando. Y mejor si es un tono.
Con el grupo decidimos vagar un toque y jamear algo antes de entrar, total, íbamos a chupar, a tonear y a buscar quien nos lleve de regreso, así que no podíamos morir tan rápido. Mientras unas iban al baño, yo decidí dar una vuelta por el lugar y me encontré con harta gente de la UP, mejor dicho, aquel grupo al que bote porque la entrada a la zona que ellos querían ir era demasiado cara. Antes que pudiera acercarme lo suficiente para poder saludarlos, me vibra el bolsillo del lompa. Carajo, me dará cancer a los huevos por tenerlo ahi. Es el grupo que me llama para decirme que ya salieron todos.
Luego de la jama de ley decidimos meternos de una vez al tono, de todas formas, ya son las 11 40 y la cosa es estar bailando ya, y no dando vueltas por el boulevar como los chibolos que esperan a sus amigos que todavía no llegan.
Debo admitir que la organización estaba genial. Chicas lindas, chicos buenazos, y música lounge que empila un poquito nomás. Harto trago que, a pesar de ser stand up, era accesible para mi modesta entrada. Mientras tanteaban el terreno, diviso a lo lejos a mis patas de la pacífico con su mesa moviendose en sus propios ejes, mientras que la pareja eterna se puntea a vista y paciencia de todos.
Pimba, hay que actuar.
Decido aplicar mis conocimientos misios pero honrados de Pick Up Artist para unir grupos y crear valor. Entre algunos miembros de ese otro grupo ando de capa caída, pero que importa, total, tienen mesa. Al final nos juntamos todos y decidimos festejar como los grandes. No soy tan pendejo como para pelarme su trago, así que de cuando en cuando me desaparezco para ir a pedir más. En una de esas idas y venidas me doy cuenta que quedan 34 segundos pal año nuevo y no es posible que me pierda. Regreso a la mesa, ávido del clásico saludo de año nuevo con los patas y la foto de cajón.
(...)
Mientras me saco fotos con mis patas de la mesa veo a Lisette conversando con Amy, así que decido que es momento de sacudir el esqueleto al ritmo de ese conocido merengue. Me separo de mis patas y la cojo de la mano para ponernos a bailar. Mientras nos movemos al ritmo de una, dos, tres, cuatro canciones, nos vamos juntando más y más. Puedo sentir sus tetas en mi pecho. Ah campeón, aquí la haces, me digo. Haciendo uso de mi re-instaurada heterosexualidad, cojo a Lisette de la cintura, y acerco mi cara para que nuestros labios se encuentren.
Y se encontraron una, dos, tres, cuatro veces.
De repente suena una canción de mierda que ella sabe no me gusta. Los hombres podemos agarrarnos a una flaca en cualquier momento y situación, pero esa canción me hacía recordar a unos patas que perdí, cosa que literalmente me sacaba de mi ánimo gilero/pendejo. Debo admitir que en parte, tras bailar incontables canciones, ya me había aburrido tambien un poquito, así que le agradecí a la canción de mierda que hubiera hecho algo bueno por mí. Lisette se quitó al ñoba, mientras yo podía regresar a la mesa que no había pagado a chupar trago que no me correspondía, sin embargo, ya casi todo se había acabado, y decido hablar un toque con mi broder Augusto.
Mientras conversamos banalidades, Pedro nos sale a decir que hay tequila. Kike y Javier se ponen delante de Pedro y con Augusto formamos una fila india, casí como las del cole. Pedro parece el profesor que nos guía camino al salón. Mientras nos movemos entre gente ebria, chicas borrachas, feas bailando entre ellas, augusto se tambelea una que otra vez. Hay que admitir que mi pata tiende a ser pollo, a dormirse borracho, a temblar de frio y ponerse más blanco que un pescado trozado. Aún así todos seguimos al profe al tequilón. Ya olvidé cuantos secos nos tomamos, aunque podría decir que fueron 4. Eso no es tan seguro, el número adecuado serian 3 masomenos.
(...)
No se que hora es, pero he regresado de la pista de baila con Anabel. No me la agarré, aunque noté indicadores de interés, pero ya había agarrado con una amiga y era suficiente. Como dije antes, no soy pendejo. Huevón y maricón sí, pero no pendejo. Al regresar pierdo a Anabel y vuelvo a chupar las chelas que están en la mesa y Augusto, quien no ha bailado con nadie esa noche, comienza tímidamente a contarme como le fue. Yo había pensado que es el tipo de persona que no tiene, o no quiere, tener vida sexual en absoluto. Maricón no. No después de lo que me contó, aunque estaba tan borracho que por un segundo creí que no recordaría lo que hablara, así que de todas maneras, como buen pata, le seguí la cuerda. Había visto a Melissa, una amiga de colegio de Alexandra, y quería sacarla a bailar, pero estaba tan lejos, tan inexplicablemente inalcanzable para él, que temía que no quisiera bailar o pusiera una de las excusas típicas: baño, amiga, o simplemente ignorar. Casi irritado, como exigiendo una explicación, dijo que le había mandado flores de 100 lucas a su chamba por su cumpleaños, sin firmar la tarjeta. Y como si respirara por primera vez gritó que la amaba. Afortunadamente el ruido de un "calla cachera" lo silenció lo suficiente para evitarnos problemas menores, mientras yo pausadamente (y algo palteado) le decía que no perdiera la cordura y que si tanto quería, que la sacara a bailar. Solo podrías perder el tiempo que te toma ir allá, le dije, total, quien no muere conchudo, muere cojudo.
Augusto se sentó un rato, porque queria descansar. Mi amigo se duerme cuando hace eso luego de borracho. No se si sea su mecanismo de defensa, quizás si estaba cansado, pero se que se quedó con las ganas de bailar un merengue, salsa, perreo o regueton con Melissa. Yo solo podía mirarlo resignado.
(...)
No faltaba ya mucho para que amaneciera y el grupo de la mesa se estaba quitando por partes. Unos 3 se quitaron primero, Javier se llevó a Augusto y a otro tipo más, y Anabel se desapareció. De alguna forma el trago de la mesa también se desapareció, así que los que nos quedamos teníamos que ir a surtirnos con los huevas de la barra, que afortunadamente , aún tenían trago. Pero mientras mi mayor complicación era donde encontrar trago, la amiga de Anabel se preocupó (logicamente) por ella, así que me obligaron, borracho y cansado, a buscarla por los baños y por otros lados.
Aprovecho para darme una escapada y poder mear tranquilamente, porque la verdad es que 5 horas chupando sin mear me matan la vejiga a cualquiera. Mientras hago mi cola, veo a los huevones más zampados, tirados contra la tela del toldo o incluso buitreando parados. Soy el primero para entrar al siguiente baño disponible y un broder me toca el hombro. Broer, dejame entrar antes y te invito, me dice mientras me señala un paquete en su mano.
Mieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerda.
Lo dejo pasar nomás, total yo no hago huevadas y jamás me metería estupideces. Nunca pensé que en realidad alguien alguna vez me invitara coca, pero que puede ser lo peor que pasaría. No creo que me haga adicto. Fácil solo para probar. Es decir, aún estoy en la universidad. He probado marihuana, pero dicen que la coca es mil veces peor y que no se puede dejar ni cagando una vez que se comienza.
Pienso eso y otras vainas, pero de mi boca sale un "ya pes". "Entra rápido" es lo que escuchan mis oídos, mientras mi mano cierra el retaco seguro de plástico del baño portatil. El broder abre la mano y saca un polvo blanco que he visto varias veces en la tele. Me pone un poco en la mano, y él en la suya y se la mete de un tiro. Yo me hecho para atrás y fijo jalar, mientras boto lo que me dió.
¿Quieres otra? me pregunta mientras agarra mi mano y me hecha más coca. Carajo, en que mierda me metí pienso mientras me dice que esta jalando para poder rendir más con unas flacas con las que se irá en un toque.
- ¿No quieres ir? Esta arrechazas.
- Puta facil broer, pero la verdad es que ando con mi grupo y nos quitamos en un rato tambien.
- Ya pes, solo si quieres, la verdad es que vamos a jalar más en nuestra jato
- Normal, dejame avisarle a mi grupo
- Antes dejame ver como la tienes
Me bajo el cierre y le muestra mi masculinidad erguida ya que el pata estaba bueno.
- La tienes bien, dejame chuparla.
Ok, ¿sigues ahi?. ¿No te has desmayado? Vamos, levántate del piso, que la historia aún no acaba. ¿Ya estás mejor? Bien, continuemos.
Una cosa segura es que el VIH se transmite por 3 mecanismos: via sexual, via madre-hijo y vía jeringas. La primera, curiosamente, también tiene 3 mecanismos de transmisión: oral, anal y vaginal. Por otro lado, los "glory holes", huecos donde un pata introduce su pene y espera que cualquier hijo de vecino le de un fellatio incrementa en un 1000% la chance de infectarse. Estos por lo general existen en los baños públicos y en las cabinas de internet de Miraflores. Estoy lo suficientemente informado, sobrio y sin coca como para darme cuenta que NI CAGANDO.
Le levanto la cabeza, acomodo lo que se tiene que acomodar en el bóxer nuevamente, le cojo la cabeza nuevamente y nos besamos ahí mismo, en ese asqueroso baño usado por todos los concurrentes, mientras otros tantos más se preguntan porque se demora tanto. Nos besamos un ratazo mientras nos toqueteamos, al punto en que mi cel comienza a sonar. Mi grupo.
Le digo que fugo, que fue un gusto, gracias por la tacha, por el agarre. Dame tu fono, me dice, mientras me sorprendo, ya que no esperaba sacar un fono. Me da su número, y le timbro para ver que sea el verdadero, ya que antes me han hecho cojudo. Es más, en alguna situación jodida yo tambien he dado el número (y nombre) de alguien solo para joderlo. Quedamos en que me llamaría para ver si llegaba a su jato en Asia en la mañana. Coca, flacas y cache (con él), me deja a entender. Nos despedimos con otro beso y fugo primero. Entré al ñoba con un cielo púrpura, salí del mismo con un cielo gris. Manya, pienso, pasó media hora...
(...)
No se si sea un maestro, pero me divertí bastante en el tono. Chupe gratis, armé chongo, agarre con broder y una flaca en año nuevo y regresé en un bus por 6 lucas a Lima. Cuando regresé a mi jato, destruido, me fui a jatear, pensando que fue una de las mejores noches de mi vida, que fue una buena manera de empezar el año y espero que esa cábala de año nuevo (la de "como pasas las 12...") se cumpla. Antes de quedarme dormido mi celular recibe un mensaje. Es el pata del baño, me pregunta si sigo en Asia, si no quiero ir a verlo. Dice que todos están jalando como mierda y que vaya con él.
Valió la pena ir a Asia por año nuevo, sí que valió la pena.