#ElPerúQueQueremos

Una mirada, una sonrisa

Publicado: 2009-11-27

En los años que he pasado en la Pacífico (que no son tantos tampoco) encontrar homosexuales es una tarea practicamente imposible, no porque no existan, sino porque (para bien o para mal) mantenemos un perfil recuuuntra bajo hermanon, tan así es que una gran mayoria no se suelta las trenzas hasta que acaba la universidad.

Curioso, lo hacen en el mundo exterior pero no en el de mentiras. Que les puedo decir, que tu universidad mida 80 metros cuadrados no ayuda.

Pero volvamos al tema con el que me inspiré. El titulo de este post para la bitacora se "una mirada, una sonrisa" simplemente porque he buscado algún patrón para poder identificar cuando alguien del mismo sexo esta tratando de gilearme o si le gusta que lo gilee de vuelta. Soy moderno, que puedo hacer.

Como no tenemos algo así como GUP (aunque muchos quieren liderarlo), es poco probable que algún gay se muestre como tal, claro, a menos que tenga la confianza y la aceptacion como para decirlo sin paltas ni huevadas. ¿Existen? Claro, ya sabes a quien me refiero. El no tener un lugar donde ser quienes somos a una edad en la cual ir a Lola aun es ilegal puede ser bastante frustrante para cualquiera. Que vida eh... de ahi que de vez en cuando chicos o chicas surquen miradas raras, se sonrían supérfluamente, se queden mudos mientras se hablan o cosas por el estilo. Es cuando el amor esta en el aire y lo peor es que no se sabe si es correspondido.

Cuando llevé sociología con mi pata Martín conocí a Alfredo. Era buena gente, sonrisa amable, flaco como un palo de escoba y con porte desgarbado. Mi tipo -me dije, PERO aún en esas épocas me preocupaba por hacer amigos, asi que no me esforzaba mucho más con Alfredo.

Siempre note que se queria sentar conmigo, me hacia el habla y soltaba sonrisas o miradillas gay no malintencionadas que me dejaban con una sonrisa de oreja a oreja y con la pregunta en la cabeza "¿este huevón sera cabro o no?"

Pasaron los ciclos, Alfredo se cambio de carrera (así como su servidor) pero se me habia quedado el bicho de la duda y estuve en el plan de acosarlo y seguirlo a ver que hacia. En una de esas me lo encuentro en la sala de informatica y le bromeo un toque, el me responde. Uso el mouse del teclado para buscar algo y el pone su mano sobre la mía.

Alguien se puso colorado.

La historia con Alfredo no termina como me hubiera gustado. Ahora el chambea para la universidad y yo... pues estoy en pateando latas. Me sigue vacilando por el tipo de persona que es. Pero han pasado ya tantos años que no se si siquiera lo sea o no. Fácil lo imagine.

Ahora mismo estoy en un predicamente. Un chibolo (que será 4 años menor que yo) me lanza las mismas miradas y sonrisas que Alfredo hacia cuando eramos chibolos. Yo ya casi casi acabo, el está x terminar su segundo año. Es buena gente. Me vacilan sus braquetes, frenos, frenillos, lo que mierda sea. Y me gusta su sonrisa.

Creo que me enamore de nuevo jajaja.


Escrito por

Un blog gay

Me llaman Gonzalo Carrillo, aunque me gusta más mi segundo nombre. Tengo 23 años y una extraña afición por los animes de cualquier género. Detesto a la gente que habla sin parar, aunque subconcientemente quisiera tener ese talento. Todavía no acabo la univers


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contando estupideces personales todas las noches